lunes, 17 de marzo de 2014

Demasiado bien

"C'est trop bien, ça !" Los adolescentes franceses, cuando querían destacar hasta qué punto algo estaba bien, decían que estaba demasiado bien. Era un "demasiado" no peyorativo, la expresión de un entusiasmo que rayaba la incredulidad. De la misma manera, exclamaban que alguien era demasiado majo, o que la tortilla de patata estaba demasiado buena. A su profesora de francés esta costumbre le ponía de los nervios, y se pasaba la vida intentando erradicarla. A cada uno de aquellos "trop" le oponía un indignado "très", que significa "mucho". De esta manera se embarcaba en una lucha por la moderación perdida en la que lo bello plantaba cara a lo sublime y el clasicismo arañaba con sus aseadas uñas la maquillada cara del barroco. Una guerra necesaria. El mundo de lo medido, de lo lógico, de lo proporcionado, estaba en juego ante aquellos bárbaros.

La profesora tenía buenos motivos para actuar así: muchos de sus alumnos no se daban cuenta de que utilizaban el "trop" de una forma poética. No eran conscientes de sumergirse tanto en lo coloquial que se empapaban de lo ilícito. Además, la clase de francés era el lugar donde enseñar a la gente a hablar su lengua como Dios, o la República, manda. Pero los que no somos profesores de francés podemos permitirnos decir que el recurso de los adolescentes es razonable y responde a una necesidad real.

Pensemos que el concepto de "bien" es representable por un cuadradito. Si decimos "Esto está bien", sin más, podemos imaginarnos el cuadradito relleno, no sé, en un setenta o un ochenta por ciento. Si en cambio decimos "Esto está muy bien" la cosa subirá a un noventa. ¿Extremadamente bien? ¿Lo mejor del mundo? Según nuestro entusiasmo lograremos llegar a un noventa y ocho o noventa y nueve. Incluso si dejamos de considerar el bien puro como una idea límite y erigimos a esta cosa de aquí como su más suprema instanciación, a lo más que llegaremos será a rellenar todo el cuadradito.

Los adolescentes franceses son capaces de desbordar la casilla con una simple palabra. Ante eso, tenemos que quitarnos el sombrero. ¿Hasta qué punto los medios que utilizan para comunicar son legítimos? En francés "exagerar" se dice de la misma manera que "abusar". Podemos decir entonces, sin temor a controversias: "Ils exagèrent !".