jueves, 20 de marzo de 2014

A la manera de Borges

Tras la lectura ligeramente decepcionante de El Aleph decido buscar otro libro del genial ciego, uno que me había impresionado hace tiempo hasta el punto de creerme en presencia de lo absoluto y sospechar que después de aquello nada en toda la historia de la literatura iba a ser mejor, igual, cercano, comparable. Un libro malvado que hacía desear no haberlo leído nunca. Uno que condenaba al fuego a todas las bibliotecas no por sacrílegas sino por fútiles. Olvidado el título de la opera magna hojeo miles de catálogos y en uno, polvoriento y desgastado por las arenas de los siglos, descubro una palabra que despierta en mí cierta resonancia: Ficciones. Consigo un ejemplar de la obra, si bien no el mismo que había leído aquella otra vez. La sospecha que siempre había albergado se confirma con una claridad ineludible en cuanto empiezo a leerlo. Es el mismo libro y no lo es: unos cuentos me resultan conocidos, otros sólo ligeramente familiares, unos parecen escritos ayer por alguien que nunca ha leído al gran Borges, los hay que reproducen una historia que nada tiene que ver con la que se deduce analíticamente de su título, no dicen nada o dicen demasiado. Ya lo sabíamos pero cerramos los ojos: cada libro es infiel a su modelo, una variación del original tan sutil que resulta imperceptible pero capaz de cambiar el significado de todas sus palabras.
Cómo abordar la tarea infinita de comparar una por una las letras de una obra, los espacios entre las líneas, las imágenes que suscita, las trampas que esconde, los porvenires que concreta. Estas segundas Ficciones carecen del brillo de aquellas que habían caído en mis manos tanto tiempo atrás. Son manifiestamente la copia, vago reflejo del original. La onda en el charco turbio o el eco en el abismo. No vivo ahora más que para buscar aquel ejemplar divino que encerraba en su interior todo lo esquivo del universo. Guardo el inconfesable temor de no encontrarlo jamás, de perderlo o perderme en el laberinto de sombras de los especímenes.