miércoles, 14 de enero de 2015

Clinamen

Cómo fluctúa un instituto. De un día para otro, de una hora para otra, de un minuto para otro se pasa de lo mejor a lo peor, del paraíso al infierno. A veces incluso los buenos se convierten en malvados y los villanos en mártires de la causa. Ser profesor implica luchar contra la perplejidad. El aire contiene más información de la asimilable, es tan difícil comprender lo que pasa como predecir lo que va a pasar. Aunque creamos tenerlo todo presente, una ligerísima desviación provocará lo contrario a lo esperado. El clinamen de Lucrecio. Pero hay que seguir representando el papel de quien lo sabe todo, the show must go on.

La única ingenuidad de los adolescentes es pensar que los adultos saben manejar el mundo. Quién sabe si mantener la esperanza de poder manejar el mundo no será sino síntoma de adolescencia mal curada.