lunes, 31 de julio de 2017

De la creación de materiales didácticos como una de las bellas artes

Hay textos maravillosos por ahí sueltos. Y viñetas, y vídeos, y fotografías. Se esconden mal, siempre asoman las orejas, o una pezuña. Es muy fácil capturarlos.

Dicen que para escribir una novela hay que planificar las tramas y las subtramas. Luego, dividirla en escenas. Acto seguido, escribir las escenas. Por último, jugar con ellas: cambiarlas de orden, de enfoque, de voz, añadir unas, suprimir otras. Preparar clases es como escribir novelas, excepto en los tres primeros pasos. La trama y las subtramas vienen dadas. Las escenas están escritas. Nos queda el juego, la concatenación, la mirada. El hilo, el relato, al fin y al cabo.

Ninguna trama es un hilo (¡la trama! ¡Como las telas!), pero para transmitirla hay que hilarla. Con la Filosofía pasa lo mismo: ella tampoco es lineal, pero el curso escolar sí que lo es (¡el curso! ¡Como los ríos!).El tiempo impone la rueca.

Dicen que las escenas de una novela son como cuentas de un collar y que escribir la obra es decidir qué bolas se ensartan en el hilo, y en qué orden. La Filosofía tiene una trama que va más allá de la de cualquier novela, abarca los infinitos mundos posibles, aquello de lo que se puede hablar y de lo que es mejor callarse. Hay miles de escenas escritas, y más, y todas, cualquier pedazo del mundo es una escena en potencia. Por eso la etapa del juego es tan divertida: el collar no es único, y cada combinación muestra lo otro que al mismo tiempo es lo mismo. La realidad de siempre bajo una nueva mirada.

La Historia de la Filosofía ya nos viene jugada: el tiempo ya la ha hilado, le ha quitado el encanto. La Filosofía sin apellidos es una obra abierta, lo vemos con cada nuevo material didáctico.

Sustituir un material no implica que no nos guste. Unas veces nos gusta tanto que ya lo hemos utilizado en un curso inferior. Otras, nos gustaba hasta que nos dio una coz en el estómago y mordió a seis alumnos. El caso es que cada nuevo material modifica el hilo de la unidad didáctica en la que se inserta o se ensarta. Guiamos el relato, sabemos qué queremos decir, pero siempre se nos escapa un poco de las manos, y lo que estaba en la sombra sale a la luz, y brilla, y el collar está hecho de piedras preciosas.

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