miércoles, 13 de febrero de 2013

Evaluación en Francia

En Francia, la evaluación no funciona como en España. Es un asunto misterioso y complicado, que sólo puede entenderse por pedazos, como todos los otros asuntos misteriosos y complicados. El misterio y la complicación se encuentran solo a nivel macro, claro está. A nivel micro, a nivel de tarea, la única dificultad que ofrece la evaluación es el rechazo estético. En España se evalúa sobre diez, en Francia normalmente sobre veinte. Así que la escala francesa parece una versión obesa de la misma escala de toda la vida, una vieja conocida bastante desmejorada.

 Pero a nivel macro las cosas cambian. Donde más cambios he encontrado ha sido en el equivalente a 2º de Bachillerato. A final de este curso, en cada asignatura se hace un examen, y de la media ponderada de esos exámenes finales se obtiene una nota. Luego son las universidades y los centros de formación los que, a la vista de esa nota y su desglose (por ejemplo, me comentaron que en carreras como químicas prestan atención a las notas de filosofía o historia, para conocer mejor el perfil del candidato) escogen a sus futuros alumnos. No importan las notas intermedias de las asignaturas, ni siquiera haberlas aprobado o suspendido: importa sólo la nota del examen final. Pero aunque no importen las notas obtenidas durante el curso, importa lo cualitativo: los comentarios que los docentes hicieron sobre el alumno, recogidos por escrito escrupulosamente. Estos comentarios pueden subir algo la nota media, e influyen a las universidades en su toma de decisión.

En otros niveles educativos lo cuantitativo tiene más peso, pero este curso se asienta sobre lo cualitativo. Todo parece destinado a generar un perfil del alumno, de sus fortalezas y sus debilidades, más que a asegurar su conocimiento de un mínimo de contenidos. De hecho, en los exámenes finales no es necesario aprobar todas las asignaturas, ni siquiera cierto número de ellas. Una buena nota puede compensar varias notas malas, pero ¡cuidado! Las universidades, con lupa, analizarán tus movimientos. Es la educación como partida de ajedrez, como juego de estrategia. Existen unas reglas, pero hay muchas formas de ganar y de perder. Bienvenidos al mundo real.

¿Es mejor o es peor que el sistema español de Bachillerato y PAU? Al menos en teoría, el sistema francés parece menos estresante y más sensible a la madurez de los alumnos. También parece, en este y otros puntos, un sistema reacio a dar segundas oportunidades. Pero no hagan mucho caso a mi opinión: hay muchos elementos que sólo palpo entre las sombras y puede que haya entendido algo mal. La evaluación en Francia sigue teniendo para mí ese puntito de misterio, que contribuyo a suscitar en los otros evaluando sobre diez cuando no me queda otra que hacerlo (es decir, cuando los profesores de que dependo me piden que lo haga). Porque aquí no estoy para poner notas, pero sí para transmitir la cultura española, ¿o no?